9 DE JULIO – DISCURSO DE LA DIP. LETICIA ANGEROSA
Celebramos hoy 203 años de la Declaración de nuestra Independencia, cuando, aquel 9 de julio de 1816 los representantes de las Provincias Unidas de Sudamérica, firmaron después de meses de debates, discrepancias y acuerdos, el acta con la declaración de la Independencia reafirmando su voluntad de constituir una Nación libre e independiente de la metrópoli española y de toda otra dominación extranjera. Constituyéndose esta Proclama en el documento fundacional de nuestra NACIÓN.
Aquella declaración de la independencia no fue un acontecimiento aislado, muy por el contrario fue la resultante de un proceso histórico marcado por el DESEO Y el compromiso de las mujeres y los hombres de nuestro pueblo junto a sus líderes políticos y militares para asegurar el beneficio de la libertad; fue un proceso jalonado de hechos que le fueron dando un contexto de posibilidad, un proceso que se inscribe en la heroica resistencia popular a las invasiones inglesas de 1806 y 1807, que da lugar al 25 mayo de 1810 con la creación de nuestro primer gobierno patrio, que se continua con las guerras por la independencia y la Asamblea Constituyente de 1813 que abolió la esclavitud y destruyó los instrumentos de tortura sentando las bases de un nuevo país y que serviría como punto de apoyo para asegurar la continuidad del camino libertario a lo largo de nuestra América del Sur.
Lección que nos muestra de manera clara que no es posible la independencia sin la firme voluntad de un pueblo y de sus dirigentes.
Me interesa reflexionar aquí sobre las implicancias de este hecho histórico y los desafíos que su enorme legado de independencia, soberanía y justicia atraviesa en nuestro presente.
Para un pueblo que desea ser habitado por la libertad, INDEPENDENCIA es sinónimo de soberanía, es el derecho y el deber de ejercer la autoridad en un territorio determinado, libre de toda dominación externa, asumiendo como sociedad la responsabilidad de tutelar, cuidar y preservar los recursos que en este territorio se encuentran; pensando, diseñando y decidiendo las mejores formas políticas y económicas para el encuentro de toda la comunidad con un pueblo, una ciudad, un país justo y habitable para todos!
Por ello la independencia firmada hace 203 años no es una mera declaración, si bien se constituye en un momento histórico determinado; la independencia es algo que se reactualiza con el devenir de los tiempos, que se amalgama día a día, la Independencia es un proyecto de país, es un proyecto de sociedad, es la más grande de las utopía en la búsqueda del sueño colectivo, de una Patria con todos y cada sus habitantes siendo parte de sus memorias, de su presente y de su futuro.
La verdadera independencia se sigue construyendo todos los días en nuestras acciones diarias, en nuestra mirada cotidiana hacia el “otro”, el “otro” igual, el “otro” semejante, el “otro” diverso.
La independencia es esa maravillosa sensación que nos da libertad, pasión, empoderamiento, certezas, de que la Patria siempre es con Todos adentro. Estemos siempre atentos y procuremos profundizar nuestra historia, revisar nuestras heridas, revisar las luchas de nuestra Patria Grande y los sueños de nuestros Libertarios para entender que no existe soberanía política, sin independencia económica, con otros tomando decisiones sobre nuestro presente y nuestro porvenir resulta imposible desarrollar un país con justicia SOCIAL, con justicia DISTRIBUTIVA.
Patriotas de la talla de Manuel Belgrano tenía argumentos sólidos que colocaban al Estado en la base de un desarrollo nacional, asentado sobre el mercado interno, la elaboración local de manufacturas, el crecimiento de la industria, en favor del proteccionismo y sabia de los mecanismos a través de los cuales el endeudamiento operaba como eslabón del coloniaje y tenía muy en claro lo perjudicial de acotar el gasto público para pagar esas deudas contraídas con las potencias extranjeras de la época. Sin dudas Belgrano supo enfocar sus esfuerzos teóricos y sus acciones en la dirección de fortalecer el Estado como modo de garantizar la independencia económica y la soberanía política.
Lo expresado hasta aquí habla de la importancia de la independencia de las ideas y
en este marco seguir luchando por nuestra independencia es seguir apostando a la creación de un pensamiento propio de los argentinos, un pensamiento que nos ayude en la tarea de mirar nuestros problemas con ojos argentinos, tal como proponía Arturo Jauretche!!!
Por todo esto, ser dignos de nuestra libertad , implica en este presente, seguir trabajando fundamentalmente por la solidaridad y la inclusión social, en favor de la educación, del fomento de la capacidades técnicas, del desarrollo de la investigación y de la ciencia, del crecimiento de la industria, de la diversificación y la complementación productiva, del fortalecimiento del mercado interno, de la distribución de la riqueza, entendidas no como acciones aisladas sino como las herramientas que generan trabajo y ocupación, desarrollo humano y social, y que forjan la independencia de nuestra Patria y la felicidad del pueblo argentino.
!!!! Gracias!!!!