El cinismo y la democracia

 

A partir de una serie de notas periodísticas que vamos a citar, urge hacer una reflexión de la virulencia y falta de límites éticos de la mal llamada “oposición”, pues para serlo debería respetar, mínimamente, algunos tópicos de la democracia.

 

“Le faltó sensibilidad para manejar la situación y tuvo que recurrir a métodos asociados a una dictadura, como bloquear una marcha con patrulleros y tomar las patentes de los autos que participaban de la caravana”, sostuvo. (Declaraciones del diputado nacional de la UCR Atilio Benedetti. Diario El Día del 28/08/2020) [1]

“Está más que claro que a Piaggio le faltó empatía para manejar la situación y tuvo que recurrir a métodos asociados a una dictadura, como bloquear una marcha con patrulleros y tomar las patentes de los autos” que participaban de la caravana.[2]

En realidad ocurre todo lo contrario, el quiebre de las instituciones causa perjuicios a la población; se sustituyen los derechos sociales por el clientelismo, la dádiva convierte a los pobres en clientes del caudillo y la debilidad de los controles facilita la corrupción. Y ante la sordera y ausencia de instituciones para presentar los reclamos, a la sociedad civil no le queda otra que movilizarse en la calle. Eso pasó hoy, y fue reprimida. 

Así estamos en Gualeguaychú. El Gobierno Municipal nos confinó en Fase 1 invocando una norma que no existía. Cometió el delito de abuso de autoridad, art.248 CP., y salió a intimidar una manifestación pacífica, disponiendo un procedimiento policial abusivo e inconstitucional, 

La situación por la que atravesamos en nuestra ciudad es de una inusitada gravedad, la vanguardia cada día redobla la apuesta y la gente está cada vez más harta de sus abusos.

Esto puede ser una crónica de un final anunciado.” (Declaraciones del abogado y ex candidato a concejal Fabián Otarán. Militante de la Alianza Cambiemos y hoy de Juntos por el Cambio. Diario El Argentino del 28/08/2020). [3]

Se podrían seguir citando fuentes, pero no hacen más que redundar en un discurso que desde hace tiempo ya tiene definido el conservadurismo y llevado hasta el paroxismo por dirigentes, militantes, fanáticos y otras personas que han escuchado el trueno sin saber bien de dónde viene.

Los comentarios citados más arriba, además de descabellados, transitan por el peligroso camino de atribuir a un gobierno elegido democráticamente, pero que además ha dado hasta el hartazgo muestras del respeto por las expresiones populares de cualquier sector, acciones y medidas ligadas a la dictadura militar.

En el caso de Otarán, probablemente se tendría la tentación de suavizar su postura al no ocupar cargos públicos electivos y ser “un ciudadano más”. Pero resulta que no lo es.

En efecto, el mencionado es abogado, militante de la derecha y ex candidato, lo cual aumenta su responsabilidad. Aquí no se puede alegar desconocimiento o ingenuidad, sino todo lo contrario, se evidencia una clara intencionalidad política de socavar la credibilidad de un gobierno local y aumentar la posibilidad electoral de su espacio, que, como se sabe, poco puede mostrar a no ser destrucción y miseria.

Pero aun cuando el abogado fuera sólo un ciudadano, las declaraciones manifiestan un nivel de análisis atravesado por la primarización y el recurso efectista del sentimiento y las emociones. Acusa de lo que él mismo, al final de cuentas, culmina proponiendo desde una vanguardia iluminada.

En realidad, no resulta para nada sorprendente ni es la primera vez que este militante de Cambiemos toma este tipo de actitudes, pero que, atravesando lo aparente, permite visualizar una forma de construcción política que se multiplica y expresa con una notable sincronización en todo el país. Sería peligro creer que esta línea de argumentación es solitaria y fruto de un individuo.

Esto se confirma con la puesta en escena, del diputado nacional Atilio Benedetti, quien sin medir el alcance de sus palabras expone un accionar relacionado con la dictadura militar. Si. La misma que desapareció, torturó y se apropió de bebés.

¿Error o bajada de línea? No hay error sino un relato que, elaborado en los grandes centros del marketing político y la más perversa clase dirigente, impregna todo el accionar antidemocrático de Juntos por el Cambió, o sea, Cambiemos.

Es particularmente grave porque aquí la idea rectora es la de destruir, desgastar, poner en cuestión la institucionalidad democrática. De eso, la derecha sabe mucho y cuentan con apoyos inconmensurables de los poderes financieros, políticos y mediáticos.

No se trata de tomar estos dichos “como algo de paso”, sino de darles la real importancia y la relevancia sustantiva de permitir que la mentira, el odio y el cuestionamiento democrático conlleva.

Algunos intelectuales suelen aguar el análisis sosteniendo que esto de acusar de dictadura se hace de ambos lados. No es así. Independientemente que esporádicamente alguna persona o dirigente haya acusado a Macri de dictador, es más que evidente que no se utilizó  como modus operandi ni mucho menos. En todo caso manifestaba expresiones viscerales ante el enorme atropello que produjo el gerente de las corporaciones en derechos humanos, laborales, actividad industrial y comercial, etc.

Es muy elocuente que para Juntos por el Cambio es una estrategia y la aplican rigurosamente toda vez que exista la ocasión. Caso contrario la crean apoyados en una coyuntura por demás complicada desde lo social y lo económico.

Esa estrategia es sembrar dudas y romper el pacto político entre la sociedad y sus gobernantes electos, es oportuno aclararlo, hace sólo nueve meses.

Es en este marco que se dan las declaraciones de un diputado nacional y de un dirigente encumbrado. Y, como se dijo, no es ingenuo.

En este medio hemos dicho en varias ocasiones que la democracia no es un bien asegurado y que bastan algunas condiciones para la ruptura institucional. Los casos en Latinoamérica son más que contundentes al respecto. El suicidio de Nisman es más que elocuente ya que subidos a caballo de una farsa lograron alcanzar el triunfo en las elecciones de 2019.

El ataque no es contra un intendente solamente, ni siquiera contra un espacio político, sino que pone en jaque la democracia como estilo de vida y como pacto social, pues cuestiona los fundamentos sobre los que está construida nuestra institucionalidad. Y ese es un camino muy peligroso pues implica la reducción de la práxis política a lo más visceral y negativo de la humanidad, sembrando odios y divisiones como estrategia permanente. El ataque, indudablemente, es hacia la política y quienes se comprometen vitalmente con ella.

No se debe permitir que ello pase desapercibido, pues el problema con estos caminos es que, producida la fragmentación social, el enfrentamiento a todo o nada, la discusión irracional asentada en el sentimiento, luego es tremenda difícil de superar, cuando no imposible.

En la historia de la humanidad han quedado registrado decenas de miles de acontecimientos de esta naturaleza, desde guerras hasta enfrentamientos tribales, desde el asesinato por odio, hasta el genocidio por racismo. Y no respeta abolengo, religión o cultura. El caso de Irlanda es todo un ejemplo.

La construcción simbólica del otro indigno al que hay que eliminar, subsumir, callar, denostar, es fascista, y resulta en una sociedad inviable donde la concepción es “los unos y los otros”. Y allí no hay posibilidad de encuentros, ni de diálogos, pues estamos en la dimensión de lo irracional.

A partir de estas líneas de análisis, es correcto preguntarse qué tan democrática es la “oposición”, cuando rompe cualquier límite ético, manipula información y miente descaradamente, pero no por error, sino por sistema. Probablemente se pueda coincidir en la necesidad del disenso, es constitutivo de las pujas de poder y la savia vital de la democracia. Pero también se debería establecer que la vida, la convivencia democrática demanda, exige determinados comportamientos éticos y morales que jamás hay que transgredir. ¿Cuán ética es la oposición con sus falacias y faw new?

Uno de los anticuerpos es contar con una buena comunicación: clara, corta, precisa, inteligente. Como dicen los pequeños, “si me la dejas picando…”. Si la dejas picando, manejan y disponen de la agenda, de su agenda.

Las declaraciones de Benedetti, la nota del abogado Fabián Otarán son sólo la punta de iceberg. ¡Cuidado! No sea cuestión que nuevamente se hunda el Titanic. Como se dijo, hay cuestiones que es mejor no subestimar.

[1] https://www.eldiaonline.com/benedetti-cargo-contra-piaggio-tuvo-que-recurrir-metodos-asociados-una-dictadura-n1015365

[2] Ídem 1

[3] https://www.diarioelargentino.com.ar/noticias/208618/la-vanguardia-esclarecida-y-el-estado-opresor